lunes, 30 de diciembre de 2013

Combustión Humana Espontánea

Se utiliza el término Combustión Humana Espontánea para describir los casos en los que una persona de forma repentina arde hasta la incineración sin que haya habido, en apariencia, sin causas exteriores. 
El primer caso registrado se fecha en 1725 y va asociado al nombre de Nicolle Millet. En un principio, se le imputó al marido la responsabilidad del suceso. Sin embargo, Nicholas le Cat convenció al jurado de que era un caso de combustión humana espontánea y el acusado fue declarado inocente.
Las pruebas se basaban en un curioso detalle: ni la silla donde se encontraba ni el suelo en derredor mostraban signos de que se hubiera producido un incendio. 
Pero los presuntos casos de combustión espontánea no se quedaron ahí. Por ejemplo, el 2 de Julio de 1951, los restos de Mardy Hardy Reeser fueron descubiertos por su casera. De la señora Reeser quedaban apenas el cráneo miniaturizado, un par de vertebras y el pie izquierdo. Lo demás, cenizas. Asimismo, las paredes estaban como barnizadas por una sustancia aceitosa y grasienta.
En 1964, Helen Cornway, otra anciana de un pueblo de Pennsylvania, se unió a la lista, lo mismo que en 1966, el doctor John Bentley, de 92 años, uno de cuyos pies fue hallado en el baño de su casa rodeado de ceniza. Lo sorprendente es que el incendio apenas había afectado al resto del cuarto. 
Uno de los últimos episodios sucedió en Gales, en 1980. La víctima se llamaba Henry Thomas, de 72 años. Se encontraron los dos pies y el cráneo. 

En la mayoría de las muertes, la explicación oficial se resumía en incendios involuntarios causados accidentalmente, por ejemplo mediante cigarrillos mal apagados. Que las víctimas fuesen de avanzada edad, por consiguiente más sujetas a descuidos y menos capaces de reacción, parecía corroborar la teoría. 
Sin embargo, quemar un cuerpo de modo que se vea convertido en ceniza no es tan sencillo. 
Se necesita una temperatura muy elevada para que los huesos se conviertan en ceniza, temperaturas superiores a los mil grados centígrados. ¿De que manera puede alcanzar esa temperatura un cigarrillo caído sobre un tejido? 

domingo, 29 de diciembre de 2013

Los zombies

Un zombie es un ser humano que regresa de la tumba, privado de su identidad y voluntad, generalmente para comerse a todo el que se ponga por delante. Estos se han echo mas famosos gracias al cine, desde los zombies lentos y torpes hasta los "infectados" (una versión del zombie clásico con mayor agilidad y agresividad).


Según la tradición vudú, un hechicero (bokor) puede realizar un ritual mediante el cual devuelve a la vida a un difunto, pero no lo resucita como favor, sino todo lo contrario, el difunto vuelve a la vida como un esclavo del bokor, quedando sometido a su voluntad.  
Los haitianos se toman muy en serio estas historias y para evitar que sus familiares y seres queridos vuelvan a la vida como zombies, los que pueden permitírselo pagan tumbas mas seguras, mientras que los que no pueden recurren a decapitar a los difuntos o inyectarles grandes cantidades de agua salada. La cremación es descartada por motivos religiosos. 


Zora Neale Hurston
El primer caso documentado es el de Felicia Félix-Mentor, una mujer fallecida a la que se le dio sepultura en 1907 y las que muchos aseguraron haberla visto con vida, tres décadas después, con la misma mirada perdida de los que han sido convertidos en zombies.
Una norteamericana llamada Zora Neale Hurston investigó esta historia en 1937, desplazándose a Haití, y descubriendo que el proceso se llevaba a cabo mediante algún tipo de droga o sustancia, aunque sus investigaciones no llegaron mas allá. 

Tendrían que pasar 45 años hasta que esos rumores se confirmaron gracias al trabajo de un etnobotánico llamado Wade Davis. Llego a la conclusión y fue publicada en dos libros: The Serpent and the Rainbow (1985) y Passage of Darkness: The Ethnobiology of the Haitian Zombie (1988).
Descubrió que el proceso de zombificación se realizaba en dos etapas, usando una determinada combinación de sustancias para cada etapa. La primera sustancia es conocida como "coup de poudre" (golpe de polvo) y es la que induce al desafortunado elegido a un estado de coma, muy similar a la muerte. Al poco de que sus familiares le entierran, el bokor y sus ayudantes abren el ataúd, le dan una brutal paliza a la víctima y le administran la segunda sustancia, un potente psicoactivo que le sacará en parte de su letargo pero dañará su cerebro anulando su voluntad.

El principal compuesto del llamado "polvo zombie" es la tetradotoxina, procedente del pez globo, una toxina letal que en la dosis adecuada puede inducir a un estado de parálisis extrema durante varios días. Un aspecto terrible es que la persona permanece consciente de todo lo que ocurre a su alrededor, presenciando su propio entierro en vida, una experiencia realmente horrible que precede a una vida de esclavitud.
Clairvius Narcisse

Wade Davis fue quien dió a conocer la historia de Clairvius Narcisse, quien después de fallecer oficialmente en 1962, fue encontrado en 1980 y aseguró haber escapado de una plantación en la que había trabajado como esclavo durante dos años en condición zombie. Según relató a las autoridades, cuando el bokor falleció, él y los demás zombies de la plantación comenzaron a vagar sin rumbo, aunque de los demás no tuvieron noticias. Clairvius Narcisse pasó una larga temporada de rehabilitación en el hospital, pero pese a los daños cerebrales que presentaba no se repararon del todo.